jueves, 4 de junio de 2009

Definición de Emprendedor y su Etimología

Se denomina emprendedor o emprendedora a aquella persona que identifica una oportunidad y organiza los recursos necesarios para ponerla en marcha. Es habitual emplear este término para designar a una «persona que crea una empresa» o que encuentra una oportunidad de negocio, o a alguien quien empieza un proyecto por su propia iniciativa.
Las investigaciones de percepciones describen al emprendedor con términos como innovador, flexible, dinámico, capaz de asumir riesgos, creativo y orientado al crecimiento. La prensa popular, por otra parte, a menudo define el término como la capacidad de iniciar y operar empresas nuevas. De todas formas ninguna definición del acto de emprender es lo suficientemente precisa o descriptiva para señalar a la persona o grupo que en general (en sentido empresarial, social, investigativo o cualquier otro) que desea ser innovador, flexible y creativo.

Etimología
El término emprendedor deriva de la voz castellana emprender, que proviene del latín in, en, y prendĕre, coger o tomar. Está estrechamente relacionado con el vocablo francés entrepreneur, que aparece a principios del siglo XVI haciendo referencia a los aventureros que viajaban al Nuevo Mundo en búsqueda de oportunidades de vida sin saber con certeza que esperar, o también a los hombres relacionados con las expediciones militares. A principios del siglo XVIII los franceses extendieron el significado del término a los constructores de puentes, caminos y los arquitectos. En sentido económico fue definida por primera vez por un escritor francés, Richard Cantillón en 1755 como el proceso de enfrentar la incertidumbre. Así se fue utilizando el término para identificar a quien comenzaba una empresa y fue ligado más que nada a empresarios innovadores.

El espíritu emprendedor: Mitos y realidades

Reza un dicho popular que la suerte es la estimación que tiene un perezoso sobre el éxito de un hombre trabajador. La suerte no es más que una Oportunidad bien aprovechada que requiere que se presente el chance, pero el individuo debe estar preparado para explotarla. No en vano decía Pablo Picasso: "La inspiración llega, pero tiene que encontrarte trabajando".En términos sencillos, el que busca, encuentra, y nosotros nos perdemos nueve de cada diez oportunidades que se nos presentan. De la misma forma en que un jugador de baloncesto se acerca a la canasta buscando un rebote del balón, los emprendedores deben acercarse al mundo empresarial con la intención darse un espacio en el mercado. Por supuesto que, como en nuestro ejemplo analógico, pueden haber gigantes que busquen arrebatarnos el balón, pero aunque perdamos esa oportunidad, más adelante en el juego se nos presentarán otras. Difícil es que le caiga el balón a un espectador del público, quien se mantiene alejado de la acción.La premisa detrás de este concepto es simple y bastante conocida: el que no arriesga no gana. Sin embargo, no es fácil ganar, y en la mayoría de los casos este privilegio está reservado sólo a los más constantes y luchadores. Por ejemplo, el dibujante Walt Disney tuvo que aguantar todos los obstáculos que le impuso su padre para cumplir su sueño de hacer un personaje de dibujos animados: El Conejo Oswald. Sin embargo, la compañía para quien realizó el trabajo le robó la idea, y utilizó el personaje para su propio provecho.Disney perdió el balón en este caso ante un gran gigante, y estuvo a punto de retirarse del juego. ¿Qué podía hacer él ante las grandes compañías distribuidoras de cine? Luego de un tiempo reflexionó y, animado por sus amigos, decidió crear una pequeña compañía para hacer un dibujo animado sobre un personaje navegando por una balsa río abajo. Sin los derechos de autor sobre Oswald, Disney tuvo que crear otro personaje, al cual llamó El Ratón Mickey. El resto es historia por todos conocida.Muchos podrían decir que Disney debe su éxito a su talento, y claro que están en lo cierto. Sin embargo, hay muchos otros que han llegado igual de lejos sin ser virtuosos en ningún área en especial. Un caso es el de Konousuke Matsushita, quien apenas cursó hasta 4° grado de primaria, pero creció para fundar una de las compañías de electrodomésticos más importantes del mundo: Matsushita Electric.Thomas Wolf alguna vez dijo: "Si un hombre tiene talento y no lo usa, ha fracasado; si tiene varios talentos y usa sólo una parte, ha fracasado parcialmente; si sólo tiene un talento y le saca provecho, gloriosamente ha triunfado, y tendrá una satisfacción que muy pocos conocen " .Esperamos que después de esta lectura dejes de creer en esos mitos de "suerte" y "talento" y empieces a conocer la realidad de las verdaderas cualidades que debes para triunfar en el mundo empresarial: Preparación y Oportunidad. Sin embargo, hay algo que debes tener para que logres compaginar tu preparación con las oportunidades que se te presenten, y eso se llama estrategia. Publicado por Guillermo Correa Uribe

jueves, 14 de mayo de 2009

Capacidad emprendedora

Capacidad emprendedora

10.10.2006Economía y Negocios Online Christian Willatt H. Centro de Emprendimiento Facultad de Economía y Negocios U. de Chile

Nadie discute que el emprendimiento es fuente de riqueza, empleo, innovación y desarrollo económico para el país. Aún cuando el nivel de actividad emprendedora en Chile es importante (11,1% de la población activa involucrada en emprendimientos), nuestro principal problema a la hora de emprender está en la baja calidad de los emprendimientos, producto principalmente, de la baja capacidad emprendedora.Esta capacidad se refiere a las competencias para manejar eficiente y eficazmente el ciclo de vida completo de una nueva empresa, desde identificar una oportunidad de negocio real hasta manejar su crecimiento temprano. En este sentido es fundamental que los emprendedores cuenten con información y herramientas que les permitan desenvolverse y manejar cada fase del desarrollo del negocio. Aquí el rol de las fuentes de educación y difusión de la cultura en emprendimiento es vital.Pero no se trata de entregar educación sólo al emprendedor. Todos los actores que participan de una u otra manera en el proceso de creación de nuevas empresas deben recibir educación focalizada: profesores e investigadores, estudiantes, inversionistas, instituciones estatales, pymes y grandes empresas. Como ejemplo de lo anterior, mucho se ha hablado de incentivar el capital de riesgo y particularmente el llamado capital ángel de inversionistas informales, pues está demostrado que cuando las empresas levantan este tipo de capital aumentan considerablemnte su tasa de sobrevivencia y posibilidades de éxito. De hecho, del total de empresas que recibieron capital de riesgo en USA el año 2000, sólo el 1% quebró. Una importante traba para que la industria del capital ángel despegue con fuerza en Chile, es justamente la falta de educación que permita a potenciales inversionistas evaluar e invertir en emprendimientos de una manera más sistemática y con riesgo acotado.Tal vez, uno de los aspectos esenciales en la educación y el fomento de la cultura emprendedora es la identificación de una oportunidad de negocio, el primer paso del ciclo emprendedor. Una herramienta que pueden emplear emprendedores e inversionistas es el “scaneo rápido”, que establece que existe una oportunidad de negocio cuando:• Crea o agrega significante valor para el cliente• Hace lo anterior resolviendo un problema importante o satisfaciendo una necesidad concreta por la cual alguien está dispuesto a pagar • Existe un robusto mercado, margen y rentabilidad o Tamaño y crecimiento del mercado (>15%)o Alto margen contribución y Utilidad Neta (>15%); Flujo de caja libre sólido y temprano o Retornos atractivos y alcanzables para los inversionistas (> 25%)• Hay un calce apropiado entre los fundadores y el equipo gestor (competencias + know-how) y buen balance riesgo-retorno La tarea de desarrollar consenso respecto a la importancia del emprendimiento y la innovación, y generar una cultura y capacidad emprendedora es de todos. De este modo esfuerzos orientados a apoyar y mejorar el entorno a través de la entrega de información, herramientas y educación resultan fundamentales para que Chile pueda despegar hacia un rumbo de país más desarrollado y equitativo.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Los seis criterios que puede aplicar un emprendedor

Articulo Luis Martín Cabiedes, docente del IESE Business School Luis Martín Cabiedes:

Escalabilidad: "es lo más importante, preguntarte cómo de grande puede llegar a ser y cómo de rentable puede ser si se hace grande, que no es lo mismo El software y la tecnología son claramente superescalables: a medida que crece linealmente se hace exponencialmente más rentable, y ese es el tipo de proyectos que más me gusta".
Mercado: "el emprendedor tiene que decir con nombre y apellido quiénes son los 10 clientes que le pueden comprar y tener identificados los canales de distribución, de publicidad y de comunicación para llegar a ellos".
Ventaja competitiva: "como en todo negocio va a haber competencia tiene que demostrar la ventaja competitiva de su propuesta".
Equipo: Punto que decanta la criba final, Axón Capital exige talento, energía empresarial e integridad como personas. "Haces una apuesta por un equipo", incide Luis Martín Cabiedes, "el emprendedor solitario cada vez tiene menos posibilidades de salir adelante". "Nos interesan mucho más los equipos heterogéneos", concluye Francisco Velázquez de Cuéllar.
Timing : Bajo el factor de timing, la pregunta que se formula Luis Martín Cabiedes es por qué ahora tiene sentido esto y no hace un año: "Tan peligroso es llegar demasiado tarde a una oportunidad como demasiado pronto. ¿Se puede hacer ahora y antes no? ¿Es demasiado tarde, se ha cerrado ya la ventana de oportunidad?".
Exit : El inversor debe saber salir. Los fondos de capital semilla o expansión profesionalizado fijan en sus acuerdos de socios un plazo de salida que no excede de 10 años.

martes, 12 de mayo de 2009

Las siete capacidades emprendedoras fundamentales

Las siete capacidades emprendedoras fundamentales
Para crear una empresa de éxito no es suficiente con contar con una buena idea de negocio, sino que la persona que está llevando a cabo el proyecto debe poseer una serie de actitudes y comportamientos adecuados que garanticen su competencia para afrontar el negocio de una manera óptima.
La ausencia, o presencia, de estas actitudes determinan el perfil emprendedor de cada persona y, una vez creada la empresa, la probabilidad de salir triunfante de la experiencia. Este perfil no es algo estático y fijo para cada persona, sino que todos los comportamientos básicos para garantizar el éxito pueden trabajarse y mejorar su rendimiento.
Algunas de las capacidades emprendedoras fundamentales, aunque no las únicas, son las siguientes:
1. Búsqueda de oportunidades: Consiste en la capacidad de detectar las demandas y necesidades del mercado, Es necesaria no sólo para poner en marcha una empresa, sino también para que aquellas empresas que ya están en marcha se adapten a los continuos cambios en el mercado, logrando incluso anticiparse y crear dichas necesidades. Para ello, es necesario dejar a un lado los prejuicios que tantas veces nos atan y que nos impiden avanzar.
2. Fijación de metas y planificación: Tan importante es tener claro lo que se quiere, como organizar la manera de conseguirlo. Para que las metas puedan motivarnos será preciso que sean realistas, sólo así conseguirán llevarnos a la acción.
3. Asunción de riesgos calculados y toma de decisiones: Los riesgos que rodean a una empresa son elevados, pero no por ello deben desanimar a la puesta en marcha de un nuevo proyecto. Lo fundamental es que dichos riesgos se conozcan perfectamente, se evalúen y se busque la mejor manera de hacerles frente, en caso de que finalmente el riesgo acabe materializándose.
4. Persistencia: Cualquier persona que se plantee tener éxito empresarial deberá tener la fuerza suficiente para continuar en la consecución de sus objetivos a pesar de las dificultades y contratiempos que puedan surgir por el camino.
5. Capacidad creativa e innovación: Lo dice la famosa frase: "Renovarse o morir". Para ello, hay que buscar día a día la manera de mejorarnos y hay que abrir el campo de visión. Sólo así se llegará a soluciones diferentes a las que ya existan en el mercado y, por lo tanto, sólo así podremos destacar sobre lo ya existente.
6. Internalidad: Consiste en tener conciencia de que el éxito o el fracaso de nuestras acciones dependen de nosotros mismos y no de factores externos. Por lo tanto, requiere también una confianza en nuestras propias capacidades y un adecuado conocimiento de nuestras limitaciones.
7. Persuasión y redes de apoyo: Es la búsqueda de estrategias para influenciar a otros. Es una capacidad clave en la consecución de los objetivos que toda empresa debe plantearse. No obstante, no es el perfil que hoy tenemos el que determinará el éxito o fracaso de nuestra empresa, ya que siempre podremos mejorarlo. Lo importante es saber en qué punto nos encontramos y cómo podemos avanzar.
Cámara Navarra de Comercio e Industria